viernes, 18 de diciembre de 2015





ES TIEMPO DE ASUMIR POSICIONES, CON LA MORAL EN ALTA SOMOS CHAVISTAS PA’ LO QUE SALGA

Este planteamiento es uno más de los tantos decires que en este momento hacemos millones de chavistas a través de conversas, movilizaciones y  asambleas en todo el país. Vemos cómo masivamente un pueblo se encuentra en la calle buscándose, preguntándose y planificando su hacer en medio del complejo panorama que se nos presenta. Este escrito surge de la necesidad de sumar y sumarnos a las múltiples expresiones de este país en movimiento, con la certeza de que somos parte del chavismo y es desde ahí que sabremos dar respuesta a los próximos escenarios: sigamos confiando en la fortaleza del nosotros, pueblo en revolución. Sin duda alguna, allí están las claves para seguir avanzando.

Que la crítica sirva para seguir construyendo juntos

El 6 de Diciembre del 2015, entre otras cosas, se vuelve a evidenciar que el actor fundamental somos nosotros es un pueblo. Revolución, gobierno, partido e historia no avanzan sin nosotros, el pueblo. Serían simples imprecisiones abstractas pa’ hablar de algo en un cafetín.
En consecuencia, nada se reestructurará sin gente, se renovará, se profundizará, mucho menos se defenderá sin gente.

No es tiempo de que nos caigan piedras que nos lancemos de todos lados y a todas direcciones. Más bien que se eleve el criterio y la conducta consciente. Porque no es con pedradas que una realidad se transforma, sino con ideas nuevas y cuerpos puestos pa’ la cosa.

Partamos de vernos en la historia que hemos parido juntos, que la crítica y el horizonte a proponer surjan de allí. Porque nada se crea de la nada y todo parte de un origen, de ideas pensadas en un lugar y un momento; mucho más una revolución cimarrona, referente por su firmeza ante el mundo y, por ello, sometida a un constante asedio por los dueños de la guerra.

Que sigamos estudiando lo que somos, lo que nos fundó y lo que nos hace estar de pie, vivos, porque un pueblo que no está de pie, puede ser lo que sea pero nunca una fuerza viva.

Esta revolución surge por una crisis de la cultura representativa. En medio de esa cultura-política, ser radical era quien más duro lanzaba la piedra o se revelaba contra el sistema-gobierno de turno y en consecuencia la radicalidad se expresó en dos momentos fundantes de una nueva cultura política: El desconocimento a las reglas de juego y valores impuestos por la representatividad del poder (27 de febrero de 1989) y la confrontación directa a dicha representatividad (4 de febrero de 1992).

De ellas emergió esto que somos: el chavismo.

Al irrumpir en la historia se comienza a construir una idea, más allá de la resistencia a esa vieja cultura política, que se vuelve propuesta una nueva manera de hacer las cosas.


Asumir responsabilidad

El chavismo es por excelencia creador de la participación protagónica. A través de él, como movimiento, nos hacemos gobierno y gente en un territorio, en batalla por ser dignos. Y eso hace del chavismo la posibilidad concreta para diseñar otra sociedad.

Y cuando nos volvemos movimiento histórico, propuesta colectiva, ya la esencia de ser radical no está en la piedra que muestra o esconde la mano, sino en la capacidad de criterio, de organización, de acción, de desprendimiento de las viejas maneras de hacer las cosas, que tengamos como movimiento para avanzar como pueblo que se gobierna a sí mismo. Eso hace del chavismo un proyecto ético, que nos obliga a todos a la participación y la responsabilidad.

El 4 de febrero de 1992 asumió responsabilidad un comandante en rebelión, trastocando la idea de política (de irresponsables) que existía en el momento. Pero resulta que hoy, en el 2015, es otra la idea política que nos hemos dado a construir desde entonces (a diferencia de la que existía cuando el comandante se rebeló). Por lo que, ante los resultados del 6 de Diciembre, decimos TODOS como chavismo: “Por ahora los objetivos no han sido logrados” y NOSOTROS COMO FUERZA HISTÓRICA, CREADORES, DOLIENTES Y DEFENSORES DE ESTE PROYECTO ASUMIMOS LA RESPONSABILIDAD.

Y asumir responsabilidad no es la escuálida, currutaca, frijolita y majunche idea que niega que el capitalismo es dueño y señor de esta guerra. Responsable de ella. Que niega que los grandes y verdaderos ladrones de este mundo sean los que le ponen precio a nuestro país, a nuestro petróleo y a nuestra cabeza, y actúan en consecuencia. Asumir responsabilidad no se trata entonces de obviar u olvidar que LA GUERRA NO ES NUESTRA SINO CONTRA NOSOTROS.
Porque lo que tenemos lo quieren y a nuestro cimarronaje lo odian.

Pero entonces, ahora, esos mismos ladrones de cuanto mundo existe nos ofrecieron una cajita feliz y que, con ella, se resolvería toda la molestia que nos generó su misma crisis (su misma guerra económica impuesta) si tan solo compráramos la fulana cajita mágica-feliz del “cambio”.
Pero bueno, con el parquecito y el payaso y el juguetico de plástico y las papas fritas, juegan a marear.

Y si bien somos un montón los que no cedimos al mareo del embuste (a pesar de ser también objetivos de esta guerra económica), si bien es de reconocer el inmenso esfuerzo de UBCH, consejos comunales, equipos, mujeres de nuestros barrios y comunidades, chavistas en general, que le ponemos un mundo pa’ seguir siendo esta fuerza que somos y que de ninguna manera puede desconocerse esos millones de esfuerzos; asumir la responsabilidad como movimiento, pasa por ser el mismo bloque que, al igual que sentimos como propias las victorias de cuanta batalla hemos librado y salido airosos, también sintamos el peso de estos resultados sobre nuestros hombros, como protagonistas de la historia que somos.

Entonces, de cara al actual escenario, miremos cómo son las cosas, que este país ya no es el mismo país de derrotas seculares. Aquí hay una revolución y en una revolución la mentira no dura un día.
Todo el país está pendiente de discutir lo que pasa, porque la papita frita después de imponerse sabe a cianuro, el juguete se volvió un gremlin, el payaso es chuky y el parquecito la prisión de Guantánamo.

Y entonces se vuelve a poner interesante el panorama…

Que nadie se quede en su casa

Si en la campaña admirable la candidatura nuestra fue la participación protagónica pues con los resultados lo que está en juego es ella, la constitución que la ampara y el chavismo que la construye. No individuos en cargos.

Que cada uno de nosotros asumamos responsabilidades en función de lo que hemos hecho y propongamos en función de lo que vamos a hacer.

Lo importante es que no se quede nadie sin hacer nada, sin cuestionarse nada, sin proponerse nada.
La realidad nos está diciendo que es  toda la fuerza como bloque, o no es. Asumamos como chavistas esta realidad. El presidente habla de una elitización y sectarismo de ciertas instancias decisorias y no solo valoramos su autocrítica sino que seguimos tal ejemplo.

Es verdad eso, sí, en el partido, en liderazgos regionales y cargos medios, sí, pero también es verdad, que quienes nos hemos asumido desde otras posiciones, llámese consejo comunal, movimiento social, colectivo, equipo de propaganda, nos hemos atomizado y estamos seguros que no estrictamente por causas mafiosas, porque son muchos los ejemplos donde, lejos de acumular, en cada batalla se entrega todo; pero sí nos ha sucedido y la realidad nos demuestra que como movimiento no nos movilizamos lo suficiente, como equipo de propaganda no comunicamos lo suficiente, no supimos leer la realidad lo necesario, como colectivo repetimos esquemas egoístas, atomizados, sectarios (no estamos exentos de nada de eso) y no bastamos para vencer, ni fuimos suficientes para avanzar.

Y si nuestro presidente Nicolás Maduro está escuchando y él y la dirección revolucionaria está evaluando planteamientos de todo mundo, cosa que valoramos, sigamos el ejemplo, escuchémonos también a cada uno de nosotros y revisémonos todos si nos hemos desmovilizado en algún momento, desconectado de la realidad en algún nivel, si hemos dejado de comunicar elementos necesarios o de asumir ofensiva ante la guerra económica. Porque a nadie lo desconecta ni desmoviliza otro.

Asumamos lo que tengamos que asumir y construyamos con los pies en la tierra nuestro hacer, porque la representatividad permanentemente se acomoda y nosotros a ella.

Que la vanguardia sea el ejemplo de la acción colectiva, no el señalamiento individual.

En tiempos de asumir posiciones

Ser chavista, como lo dijimos, es una ética que se hace fuerza en la unidad de un gran movimiento revolucionario. El chavismo a la medida no existe. El chavismo es esto que somos y desde ahí tenemos que jugárnosla juntos.

No esperemos ser la expresión única ni mejor del chavismo. No pretendamos dividir la fuerza chavista (a sabiendas o no) entre los arrechos, cuatriboleaos, sensatos, pensantes, conscientes, revolucionarios de convicción y desprendimiento total, donde por supuesto siempre creemos estar, poniendo al otro lado un saco e’ papa a quien le echamos toda la culpa del escenario actual.

Porque no es la pretensión de superioridad, ni de diferenciarse la que justifica al chavismo en su existencia.

El chavismo es una propuesta política de iguales, una militancia codo a codo, un andar juntos en las buenas y en las malas, una idea que nos amalgama, un proyecto de país y de continente unido desde la solidaridad.

Si algo molesta al chavismo es la desigualdad; por eso los ricos, sus defensores y los imperios nunca estarán con nosotros. Ni nosotros con ellos.

Por eso ser gobierno (trinchera que tomamos y no estamos dispuestos a perder), manejar recursos, cuotas de poder, no deja de ser una contradicción a resolver para nosotros los chavistas, porque nos va diferenciando y nos pone a asumir la guerra desde condiciones diferentes a lo interno del chavismo. Y en medio de un plano de la guerra brutal, como el actual, esas contradicciones afectan más.

Pero no entendernos más allá de esas contradicciones trae sus consecuencias y siempre son contra nosotros como pueblo en conjunto. Porque un objetivo de la guerra es crearnos la ilusión de ubicar al enemigo dentro de nosotros mismos pa’ que nos diluyamos en confrontaciones intestinas. Por eso sigue siendo el tiempo de mantenernos convocados, reconociéndonos como fuerza ética, para comprender esta guerra y nuestra revolución bolivariana, cada escenario que surge y desde esa ética que somos actuar frente a ello.

Tenemos que aprovechar estos escenarios para entender de una vez por todas, asimilarlo, no decirlo de la boca pa’ fuera, que el CDI, el comedor, la comuna, el consejo comunal, el parlamento comunal, el país en su totalidad es nuestro, no de una institución.
Que decidimos ser  gobierno más allá de horarios, y de oficinas.

Chavistas pa’ lo que salga

El 6 de Diciembre no triunfó la democracia, porque fuimos a elecciones bajo asedio de guerra. Y una guerra no se vence con campañas electorales. Esa es otra contradicción con la que tenemos que aprender a lidiar y salirle al paso: el apuro al que nos somete esta guerra suele hacer que se imponga en nuestras decisiones, por lo general, el manual, el marketing, la encuesta, los lugares comunes y el atropello.  Entonces hay que pensar y definir métodos propios para estos nuevos escenarios, porque el barril de petróleo, el consumo y la inercia con la que el capitalismo nos ha acostumbrado a resolver no nos sirven para la actualidad y, más allá de eso, porque las respuestas con las que hemos vencido en batallas anteriores tampoco nos sirven del todo para la actualidad.

Actualidad en la que tenemos que construir la abundancia en el país desde dos flancos: comida y voluntades. Blindar el estómago desde la siembra soberana y blindar la conciencia de que estamos en guerra y debemos avanzar como fuerza revolucionaria ante lo adverso.

Y uno no está separado del otro, porque blindar el estómago es asimilar, más allá de la repetición en el discurso, que el petróleo y la esclavitud de los campos mundiales nos han alimentado por más de un siglo, y tenemos que asumir postura y acción ante ello.

Blindar la conciencia es, en definitiva, lo crucial en esta guerra. Comunicarnos, explicarnos entre todos cómo funciona, aprovechar la coyuntura y discutir la guerra y nuestra ofensiva ante ella.
Pero no con la arrogancia de la sabiduría que aflora después que pasan las cosas, sino con la humildad ante los tiempos futuros. El presidente, en este punto, sigue siendo un ejemplo: es tiempo de escuchar, revisar, estudiar y seguir de pie.   
 
Digámonos la verdad y desde ella sepamos convencer, que ninguna molestia, por legítima que sea, contra un servicio público, contra un banco del estado, contra un policía, un guardia, un alcalde, el partido, la misión tal o el ministerio cual, puede privar sobre la gran bronca contra los ricos del mundo y sus operadores locales, ni ponerse como condición para mantenerse dentro de las filas revolucionarias.

Sepamos explicarnos y asimilar eso, que estamos en guerra, porque el que está en una guerra y no tiene conciencia de ello, lejos de escapar de esa guerra, se vuelve carne de cañón para ella.
Desechemos las ilusiones y preparémonos para los escenarios que vienen. Ninguna instancia del gobierno, ni individuo alguno, va a poder con una arremetida venidera, sin gente dispuesta a defenderse y luchar por lo construido y lo por construir.

En esta guerra se cerramos filas con el liderazgo de nuestro presidente Nicolás Maduro, con la confianza en sus decisiones porque es la trinchera que le hemos dado y que es vital preservarlo allí. Pero también con nuestra capacidad de acción para preservar la fuerza e incrementarla. Y fuerza es gente consciente y organizada en un territorio.


Trabajemos entonces en profundizar la revolución, en fortalecer el criterio, la comunicación, el territorio, la siembra soberana y la organización frente al actual escenario de guerra, para que en próximas batallas coyunturales (electorales o las que salgan) nos encuentren cada vez en mejores condiciones de unidad, de lucha y de conciencia para vencer.

martes, 6 de octubre de 2015

Chavista Comunicador Pa' lo que Salga



Chavista Comunicador Pa' lo que Salga
Ante esta guerra impuesta
la ética algarabía
la cimarrona alegría
y la lucha por propuesta
ha sido nuestra respuesta
sacudiendo llanto y luto
sembramos nuestro conuco
de estética montonera
 y hoy ha llegado la era
de recoger nuestros frutos.

Esta forma de hacer política, estos conceptos emitidos están hechos de millones de discusiones, angustias, luchas, conversas, sudores, alegrías y victorias de todo un país en revolución que no puede ser reducido a equipos particulares. De hecho se expresa en el patio, en la marcha, en el domingo electoral, en el mercal, en la esquina, en las coyunturas y en el día a día, porque es una discusión y una acción nuestra, del pueblo chavista.
Nuestra participación dentro de este movimiento histórico no es tienda, ni aparte, mucho menos tienda aparte. Chavistas pa’ lo que salga es una expresión más de las muchas que han florecido en este andar colectivo. Su insumo medular está en el hacer y el decir del chavismo. En nuestras diversas formas y manifestaciones.
No reconocemos propiedad alguna sobre el pensamiento chavista, no la reclamamos tampoco, porque este método, esta manera de hacer política nació en el seno del pueblo chavista, diverso y en constante movimiento. Es continuación del acumulado histórico de la revolución.

Revolución que forma parte, a su vez, de un acumulado histórico que comprende más de 500 años en múltiples estados de guerra y que hoy se nos presenta como el capitalismo; 500 años en los que como pueblo hemos batallado resistiendo a la imposición.
Los elementos para entender esto, así como para vencer, están en nosotros. Escuchémonos, en el chavismo está la ética para seguir batallando. En nuestra entrega, en nuestro ser gente, en nuestra dignidad y sencillez, en nuestra alegría, alegría del cimarronaje consciente, en nuestra inteligencia, en la capacidad de inventar sin la cual estaríamos condenados a repetir la explotación, bajo el consejo de los expertos que siempre nos han dicho qué hacer. Por eso es que en ningún momento de dificultad, o de incertidumbre, hemos tenido miedo a equivocarnos a la hora de hacer y protagonizar.
Son estos valores los que evidencian que la fuerza está en nosotros, el pueblo chavista. En el reconocimiento de nuestras fortalezas y capacidades. Un pueblo con conciencia de su fuerza es un pueblo invencible.
Antes de abril del 2002 la comunicación era un arma de uso exclusivo (a través de sus medios tradicionales) de los poderosos contra nosotros. En ese momento, al caerse definitivamente las caretas mediáticas, ratificamos el papel histórico que, como pueblo protagónico, debíamos ejercer en el marco de la comunicación. Con el papel, el cartelón, el radio bemba, la pinta en la pared, el megáfono y el grito, exigiendo la vuelta del comandante, nos convocamos a la movilización política. Allí donde surgió la necesidad de comunicar, no esperamos por nadie para hacerlo,  y comunicamos. Todo esto con profundo fundamento ético.
Esa misma necesidad de comunicarnos que sentimos en aquél momento es la misma que tenemos en el marco de esta fase de la guerra contra nosotros como pueblo, expresada en lo económico e incluso más allá, en lo cultural (psicológico como menciona el presidente).

Así es como hemos demostrado que batallando se trascienden las supuestas verdades del capitalismo, que en cada victoria derrumbamos sus mentiras. Y en tales circunstancias (que también son diarias), es donde se potencia la conciencia que prepara y abona terrenos para seguir avanzando. Terrenos para la discusión despierta y consciente de hacer política reconociéndonos, pueblo chavista, como clase en pleno ejercicio del pensamiento en colectivo.
Una de las características de la guerra es que nos priva del tiempo para organizarnos, reconocernos, compartir, pensar y discutir. Como equipo, al identificar esto, al sentir su impacto, nos organizamos de tal manera que pudiésemos dedicarle la mayor cantidad de tiempo a la comunicación. Asumiendo que hacer política es una construcción de gente con gente, que no es mágico, entonces la única manera posible de hacerlo es en colectivo. Entonces cayapa para pensar, cayapa para el hacer, la cayapa como estrategia de lucha y como espacio de encuentro para hacer política. El sancocho, el cocinar, el trabajar, el criar, el vivir, el sembrar, el comunicar juntos, nos permite vencer cotidianamente y con la alegría de ser chavistas.
Ser toderos ese es el método de nosotros el pueblo chavista. Resolvemos lo que hay que resolver para seguir adelante. El método de hacer esta comunicación es el mismo método con el que nosotros, como pueblo, hemos resuelto la vida: siendo la comunicación parte integral de ella, no un oficio ni una especialización. Se comunica cuando se cocina, se crían a los muchachos, se siembra, se  trabaja, se organiza en función de lo que se requiera, se comparte, se festeja. Y cuando algo hay que inventar, en la todería que hemos aprendido como pueblo, lo inventamos.
Ya a la hora de comunicar, el principal elemento es la discusión en conjunto, donde la esencia es nuestra rebeldía: que a pesar de cualquier circunstancia, estamos decididos a dejar atrás el capitalismo.
Lo próximo es acerca del medio con cual comunicar: considerando lo que tenemos que decir y lo que tenemos a mano se decide. Si es un volante o si es un video, por ejemplo,se escribe un guión, se graba una conversa sobre tal escrito, en una voz (si hay cámara con cámara, con celular, con grabadora, con lo que haya), se reescribe de ser necesario, hacemos la foto o lo buscamos en archivo, en la red a través de canales de fotografía y video, así como por el material gráfico, impreso o digital que esté al alcance. Buscamos quien apoye o con lo que tengamos a mano se resuelve, se consigue la resma y se reproducen los volantes, los montamos en internet. Si se trata de editar material audiovisual, se busca los detalles técnicos en donde sea: en las explicaciones básicas que se encuentren en internet y consultando a compañeros familiarizados con el tema y  comprometidos con la producción de los mensajes. Así mismo con cualquier expresión, con el ímpetu necesario para sobreponerse a las adversidades.
Consideramos el valor del ejemplo de una de las campañas fundantes de esta fuerza que somos. Que surgió de la espontaneidad consciente, justo después del 4 de febrero de 1992, cuando un batallón liderado por la responsabilidad histórica del momento se incorpora al movimiento que irrumpió en batalla años atrás un 27 de Febrero. Entonces el comandante Chávez fue encarcelado, y una campaña inédita, con nuestras manifestaciones, con los niños vestidos de Chávez, con los volantes que decían “Tú Chávez Venezuela”, abonan el terreno para que al salir de la cárcel Chávez, vuelve a mostrar su voluntad de pueblo y dijo “me voy a las catacumbas del pueblo”, con la vista puesta en el encuentro, en función de sumar y sumarse a las voluntades para transformar el país. Entonces salimos a comunicarnos sin intermediación, a proponernos y a escucharnos de manera directa, a diferencia de las campañas políticas comerciales que siempre nos han considerado consumidores. Se resalta que una campaña revolucionaria es construida entre todos, donde la interlocución nos permitió elaborar un concepto político que es base sólida de la historia del chavismo.
En la discusión que se da sobre el movimiento de este país en revolución, en nuestro hacer, hemos considerado estos aspectos:
.- Sabemos que las victorias no se decretan, se construyen.
.- La acción política y comunicacional está enmarcada en un conflicto de escala mundial.
.- Siempre como pueblo hemos luchado y ahora, en revolución, vencemos.
.- Que el enemigo es el capitalismo y está en todos lados. Que no se acaba mágicamente y que es un esfuerzo colectivo y de largo aliento. 
.- En esta guerra, las batallas y las victorias nuestras son coyunturales, electorales, pero también cotidianas y culturales. Identificarlas es fundamental.  Así como no confundir causas con consecuencias.
.- Hemos puesto en duda todo lo que la guerra nos impuso como certeza pero jamás la fuerza que como pueblo hemos alcanzado en revolución.
.- En esta revolución le hemos visto y seguimos viendo la costura a los ricos, ya no los respetamos más, ya no les bajamos la cabeza.
.- Nosotros los chavistas estamos en el gobierno y decidimos seguirlo estando, comprendiendo las contradicciones propias de la revolución.
.- Somos parte del pueblo chavista, en participación protagónica hablamos en primera persona. No es el pueblo, sino que SOMOS PUEBLO CHAVISTA.
.- Nuestra ofensiva es la fuerza de nuestra ética, y así la mostramos (no los ataques del enemigo sino nuestra respuesta ante tales ataques).
.- Hay ciertas consideraciones que se deben hacer para aproximarse a una estética del planteamiento. Una estética que parte de la exaltación de lo que somos como pueblo, que surge de lo político, de lo social, del orgullo de saber de dónde venimos. La entrevista es el andar diario y el decir llano. La escenografía es el ambiente natural donde nos desenvolvemos, el paisaje y la geografía son elementos esenciales. El uso del ritmo, los colores y la musicalidad están orientados por el calor de los afectos.
.- No hay pose del quehacer cotidiano, no hay embuste. Nuestro presidente es chófer y ello es motivo de orgullo. El comandante Chávez era soldado, nieto de un río y una mujer llanura y esa vaina nos dignifica como el pueblo que somos.
Todos estos elementos de análisis y criterios a la hora de comunicar en la permanente discusión se van alimentando y permiten ir consiguiendo la forma de decirlo. Sin buscar hacer recetarios o manuales de estilo, ni formularios, porque es imposible encuadernar el movimiento de la revolución, su fuerza viva como dice el presidente, toda propuesta política también lo es; por lo tanto esta propuesta intenta dar elementos que no se agotan en ellas, sino que la realidad las alimentará así como las someterá permanentemente a revisión.
Recordemos que la transformación de las luchas en victorias en revolución, nos está permitiendo recoger nuestros frutos, pero no hay definitivos. Es un esfuerzo de generaciones, son semillas que debemos seguir sembrando y recogiendo cosecha permanentemente; y eso es todos los días. Por eso, que sirva esta propuesta para aportar en espacios de discusión y debate de todo un país en sus múltiples formas de organizarnos y encontrarnos, necesarios para seguir avanzando.
Lo importante es ser parte del movimiento, estar en él, colaborar para resolver lo que tengamos que resolver; el resto es carpintería y cuando hemos tenido que ser carpinteros, somos carpinteros. Así como cuando nos toca ser chófer somos chófer y cuando nos toca ser presidente somos pueblo presidente.

Ese es el espíritu de esta propuesta hecha para la discusión, como las muchas otras que se han expresado y seguirán expresando por el equipo de campaña más grande y digno que haya conocido la historia: El Chavismo.